Marca: Djeco
Referencia: 35108
Cartas Pipolo - Djeco Para ganar hay que saber mentir con aplomo... el que mejor lo haga, gana. El objetivo del juego es deshacerse lo antes posible de todas las cartas. Para ganar hay que saber mentir con aplomo... el que mejor lo haga, gana. En primer lugar se mezclan y distribuyen 11 cartas a cada jugador. El resto de las cartas se eliminan del juego. El primer jugador tira una carta de su juego, con la cara visible, y anuncia en voz alta de qué tipo de carta se trata ("peludo", "desnudo", "con plumas", "vestido"). Cada uno en su turno, los restantes jugadores juegan una carta por encima de la primera, esta vez con la cara oculta, repitiendo en voz cómo es su carta (ejemplo "peludo"). Pueden mentir o decir la verdad. Un jugador puede aprovechar un comodín para cambar la carta solicitada, pero colocándola siempre con la cara oculta (entonces o bien coloca realmente un comodín, o hace que creer a los demás que lo coloca). Entonces anuncia en voz alta otro tipo de carta (ej: "desnudo"). Si un jugador duda sobre la sinceridad de uno de sus compañeros, puede decirle ¡Pipolo! en el momento en que coloca la carta. En ese momento se da la vuelta a la carta del supuesto mentiroso: Si realmente ha mentido, el mentiroso recoge el mazo de cartas que se ha formado en el centro de los jugadores. Si no ha mentido, recoge el mazo de cartas aquel que ha mentido. Se retoma el juego como al principio, según el orden establecido. La partida se detiene cuando uno de los jugadores se queda sin cartas. El objetivo del juego es deshacerse lo antes posible de todas las cartas. De 2 a 5 jugadores. A partir de 5 años en adelante.
Cartas Pipolo - Djeco
Para ganar hay que saber mentir con aplomo... el que mejor lo haga, gana.
El objetivo del juego es deshacerse lo antes posible de todas las cartas.
Para ganar hay que saber mentir con aplomo... el que mejor lo haga, gana.
En primer lugar se mezclan y distribuyen 11 cartas a cada jugador. El resto de las cartas se eliminan del juego. El primer jugador tira una carta de su juego, con la cara visible, y anuncia en voz alta de qué tipo de carta se trata ("peludo", "desnudo", "con plumas", "vestido").
Cada uno en su turno, los restantes jugadores juegan una carta por encima de la primera, esta vez con la cara oculta, repitiendo en voz cómo es su carta (ejemplo "peludo"). Pueden mentir o decir la verdad.
Un jugador puede aprovechar un comodín para cambar la carta solicitada, pero colocándola siempre con la cara oculta (entonces o bien coloca realmente un comodín, o hace que creer a los demás que lo coloca). Entonces anuncia en voz alta otro tipo de carta (ej: "desnudo").
Si un jugador duda sobre la sinceridad de uno de sus compañeros, puede decirle ¡Pipolo! en el momento en que coloca la carta. En ese momento se da la vuelta a la carta del supuesto mentiroso: Si realmente ha mentido, el mentiroso recoge el mazo de cartas que se ha formado en el centro de los jugadores. Si no ha mentido, recoge el mazo de cartas aquel que ha mentido.
Se retoma el juego como al principio, según el orden establecido. La partida se detiene cuando uno de los jugadores se queda sin cartas.
El objetivo del juego es deshacerse lo antes posible de todas las cartas.
De 2 a 5 jugadores.
A partir de 5 años en adelante.